La esfinge y el volcán
Por encima del mar la esfinge mira hacia Nápoles y el Vesuvio. ¿Nápoles? ¡Parténope, como la sirena muerta de amor cuyo cadáver depositó el mar sobre aquella costa! Y el Vesuvio... La imponente amenaza; la chimenea de las moradas de Hades. No muy lejos el antro de la Sibila y los Campos Flegreos, donde los muertos entran en contacto con los vivos.
La esfinge está en la terraza de la Villa San Michele, donde vive el médico que cree en la medicina sin rendir demasiado tributo a la ciencia; el médico que escribe sin proscribirse fantasear, inventar. No muy lejos, el palacio de Tiberio, el coco de los cristianos.
In media morte in vita sumus.