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El efecto mariposa

Aunque supongo que se trata de algo conocido me tomaré la libertad de recordar que el "efecto mariposa" es un concepto con valor ejemplificador de la teoría del caos, según el cual el aleteo de una mariposa sobre el mar puede provocar un tsunami a decenas de miles de kilómetros de distancia. Dejando a un lado el hecho de que semejante suceso sea posible, lo que esa imagen pretende mostrar -¿advertir?- es que en el marco de un sistema caótico una variación inapreciable puede terminar dando origen a un cambio extraordinario, en algún caso catastrófico. Y la humanidad, mal que pese a algunos, es por definición un sistema caótico. Pregunten, si lo dudan a un matemático.

Por esta razón hay que tener presente la potencial peligrosidad de los aleteos papilionáceos. Lo que aquí es intrascendente puede no serlo en otro lugar, y en un mundo que se reconoce "globalizado" la posibilidad de un efecto mariposa debe ser contemplada sobre todo por quienes más asumida, no sé si internalizada, tienen la idea de "globalización".

Viene esto al caso de eso que me tiene tan inquieto desde hace un par de semanas: el caso Charlie Hebdo. Debería haber llamado la atención que el papa Francisco, al que algunos llaman "el papa de los ateos" por lo progresista de algunas de sus declaraciones y actuaciones -progresistas al menos en el marco de la iglesia católica- haya realizado una declaración que no parece nada progresista al respecto de las caricaturas de tema religioso. En mi opinión, más allá de alguna discrepancia teórica, ha demostrado ser muy inteligente, y muy responsable. Mucho más que quienes defienden la libertad de expresión de manera tan abstracta como para convertirla en un ídolo al que pueden sacrificarse seres humanos.

¡Que nadie se asuste antes de tiempo! Estoy hablando, o voy a hablar, de hechos, de muertos y de sangre. Y voy a hacerlo aproximándome al tema desde su periferia, mediante un ejemplo; histórico, por más señas.

Alemania bajo el régimen nazi. Muchas personas, pero sobre todo, por razones que luego quedarán explicadas, muchos varones, suspenden el ejercicio de su libertad de expresión no por ellos, que estarían dispuestos a dar sus vidas por ese derecho, nervio de una democracia que acaban de perder, sino para proteger a sus eposas e hijos, que están bajo su responsabilidad. Repítase el ejercicio de imaginación en la Argentina de las juntas militares, el Chile de Pinochet, la Rusia de Stalin o la primera España de Franco. "No es por cobardía; es por proteger a los más débiles, que dependen de nosotros".

Pero, ¿qué pasa cuando a los más débiles no se los ve? Entonces todos somos más audaces. ¡Defendamos sin fisuras ese valor! Esa postura es al menos tan antigua como el latín: Fiat veritas, pereat mundus et vita! Especialmente cuando, a pesar de todo, algo en nosotros nos dice que nuestra propia cuota de riesgo está bastante diluida. Hay que tener mala suerte para estar en las torres gemelas en el momento más inoportuno, o en un hipermercado kosher... incluso en la estación de Atocha, aunque por allí pasa mucha gente.

Aquí -en el fondo todos lo sabemos- no hay tsunamis. Y aleteamos, porque debemos defender la libertad de hacerlo. Pero resulta que sí tenemos familia, y la tenemos bajo el régimen nazi, o estalinista, o islamista radical; en este caso, islamista radical. Y ellos pagan por un aleteo que no estamos dispuestos, coyunturalmente, a abstenernos de dar.

Cinco muertos; ciento veintiocho heridos; cuarenta y cinco iglesias, un orfanato y una iglesia cristiana incendiados solamente en Níger en el marco de las protestas contra las famosas caricaturas.

Sin libertad de expresión yo no estaría escribiendo, y menos esto, que puede reportarme algunos disgustos y no pocos malentendidos si alguien lo lee sólo superficialmente. Pero en el momento en que algo se sacraliza empieza a oler peligrosamente a... integrismo; sobre todo cuando se decreta que vale más que la vida... de los otros. ¡Cuántos más mártires por la libertad habría habido en la Rusia de Stalin, en la Alemania nazi, en Chile de Pinochet... de no haber sido porque, a regañadientes, uno tenía que callarse por el bien de los más débiles a su cargo!

Pero si no los ves, o si, a pesar de las más hermosas declaraciones no los sientes como tuyos y como más desprotegidos... ¡que dance la mariposa!

#invisibles

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